|


PRÓLOGO
Con
sumo gusto dedico unas líneas, a modo de prólogo,
a esta nueva obra "Historia General de Barakaldo", del
ya ilustre barakaldés Carlos Ibáñez López,
también dedicada a la anteiglesia con la que me unen lazos
familiares.
Su autor, polifacético y autodidacta,
nos tiene ya acostumbrados a estas agradables sorpresas.
Fruto de su aprovechamiento de los ratos
libres viene a ser una obra más de su interminable repertorio.
¿Hasta cuando?
Tesonero como el que más, en todas
sus obras refleja su gran amor y cariño por su pueblo. ¿Qué
sería de un pueblo si sus hijos no recopilasen su historia?
Consciente de que "una imagen vale
más que mil palabras", se ha esmerado, y de qué
manera, en mostrar las realidades históricas con gran profusión
de muestras gráficas.
La
historia de Barakaldo está dividida en dos grandes períodos,
el segundo de gran dinamismo y de intensidad vital verdaderamente
espectaculares.
Suma del trabajo, tanto vizcaínos
como foráneos, Barakaldo es riqueza y variedad de culturas
y, aglutinación de barrios y caseríos como: San Vicente,
Arnábal, Rontegui, Beurko, Burceña, Alday, Amézaga,
"Cáriga", Gorostiza, El Desierto, Landaburu, El
Regato, Luchana, Retuerto, Larrazábal, Ugarte, etc...
Torres de Zuazo, Luchana, Susunaga, Lurquizaga,
Aranguren, Zubileta, etc.
En el siglo XI ya aparece como donación
el señorío de la anteiglesia de Barakaldo. En el año
1384 Fernán Pérez de Ayala padre del Canciller, fundó
el convento de Burceña.
Durante los siglos XVI, XVII y XVIII la
anteiglesia prosiguió su vida con el martinete, el fuelle
y la laya enlazando con un presente industrial y potente a partir
de la fecha clave de los anales barakaldeses, el 8 de octubre de
1885. Ese día salió de un alto horno de Barakaldo
el primer lingote de acero obtenido por el procedimiento Besemer.
Barakaldo es... Altos Hornos de Vizcaya,
Padres Salesianos, Hermanos de La Salle, Hijas de la Cruz, centros
regionales... etc.
Hombre de temperamento, el barakaldés
lo demostró al comienzo del siglo XIX al seguir la causa
de la Zamakolada y al proclamarse, por su iniciativa en 1808, la
Junta Suprema de Vizcaya contra los invasores franceses.
A través de "Curiosidades, historias,
cuentos y leyendas" va describiendo el autor esta "España
en miniatura" de 4543 hectáreas de superficie (incluido
Alonsótegui) y bañada por los ríos Nervión,
Cadagua, Galindo y Castaños.
Manuel
López Rojo
Catedrático de Historia de la Universidad de Deusto
|
|